El retorno de Ronald Vargas a la selección

¿Por qué a mí?, se preguntaba Ronald Vargas aquella fatídica noche del 21 de febrero de 2014, en que volvía a las canchas tras recuperarse de una lesión que lo tenía sin jugar varios meses. Desafortunadamente, esta es una pregunta que “Ronita” se había hecho en varias ocasiones. Se cuestionaba si el destino era una desavenencia para su sueño de jugar futbol en Europa. Si tendría que volver a Venezuela y olvidarse de competir en el futbol de alto nivel.

El comienzo de marzo le ha traído una alegría al guatireño: la vuelta a una convocatoria de la selección nacional. Algo que no ocurría desde 16 de octubre de 2012, de la mano de Cesar Farías, para enfrentar a Ecuador. No ha sido fácil para Vargas recuperar la regularidad –las lesiones, como todos sabemos, han proliferado en su carrera–, y para ello tuvo que cambiar de país y cultura. El Balikesirspor recién ascendido en la primera división turca lo ha recibido como una estrella después de su paso por Bélgica. Ha jugado 19 partidos (1.171 minutos), ha marcado 4 goles e igual cantidad de asistencias.

Aquel regate y gol ante Brasil, en la victoria en Boston, parecen grabado en piedra en el recuerdo de muchos venezolanos. Los mismos que estaban atentos a su recuperación y le enviaban palabras de apoyo cada vez que se resentía de alguna lesión; los mismos a los que ha sabido agradecer, aun en la distante Turquía. Ronald Vargas no duda en reconocer que el apoyo ha sido esencial para no haberse rendido.

Esa nostalgia de la que se aferró todo aquel que lo vio brillar hace unos años, hoy puede difuminarse para hacerse realidad. El “Chita” y Paladini lo conocen desde que estuvo en Caracas FC, saben de lo que es capaz. Para el cuerpo técnico nacional, es importante tener un panorama claro de los aportes que puede realizar Vargas a la Vinotinto. Este Sanvicente no es el mismo de 2008, quiere que el jugador que ataque sea el primero en defender u ocupar un lugar en el orden defensivo. No es que Vargas no lo pueda hacer, al contrario, pero debe dejar en claro qué puede aportar. Esta convocatoria servirá como aliciente para que Ronald se esfuerce al máximo y compita por un lugar en la Copa América de Chile 2015.

El regreso de Vargas a la selección no es fortuito, su ímpetu y talento le han abierto las puertas a donde llega. Pero la capacidad para sobreponerse a las lesiones, en una carrera deportiva donde lo más importante es la salud, ha sido ejemplar, no solo en el ámbito deportivo. Ronald Vargas para muchos es una metáfora sin terminar. Anhelan verlo nuevamente: regateando, haciendo pases con finura, marcando goles con la Vinotinto. Porque el venezolano necesita verse saliendo de las malas, necesita verse recuperado, necesita una alegría por la cual continuar.