Hoy juega el equipo del jefe
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FutVEReportaje

Hoy juega el equipo del jefe

Juan Pablo Chourio
2015-10-31 19:34:54
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La Guaira, un equipo que invirtió en fichajes y garantizó continuidad a su cuerpo técnico, alcanza el bicampeonato en Copa Venezuela

Edgar Pérez Greco, Fredys Arrieta, Vicente Suanno, Arquímedes Figuera y Gustavo Rojas forman parte de una élite de jugadores en el  fútbol venezolano.  Además de un evidente nivel cualitativo superior a la media, la mayoría de estos nombres tienen suficientes minutos jugados tanto en Primera como en competencias internacionales. Cada uno de ellos jugaría un papel preponderante en cualquier equipo; ahora bien, si se tienen estas piezas juntas, el resultado debería ser un equipo de élite capaz de sacar diferencias.

Leonardo González y Pedro Vera estuvieron cinco temporadas en Trujillanos, cada año, a pesar de que su plantilla quedaba disminuida, lograban hacer un equipo que disputó varios campeonatos. Tras la campaña 2013/2014, decidieron cambiar el conjunto valerano por Deportivo La Guaira.  Esta vez, la dupla técnica se cambiaría los roles, Pedro Vera se convirtió en el asistente y Leo González, en el director técnico. 

 

La primera temporada, 2014-2015,  consiguieron la Copa Venezuela y el tercer lugar en la tabla acumulada.

 

El Adecuación 2015 es un torneo sui generis, el aumento de equipos, cambio de formato y un solo premio en disputa –cupo en la Copa Sudamericana 2016– en ambos frentes, Copa Venezuela y Torneo,  desalentaron a la mayoría de los equipos a invertir en fichajes. Los actuales Caracas, Deportivo Táchira y Mineros, no se comparan en plantel con las oncenas que conformaron para el semestre pasado. Si se observa a otros conjuntos que por antecedentes no suelen disputar campeonatos, la política de incorporaciones fue la misma: Petare FC, Deportivo Lara, Estudiantes de Mérida y Atlético Venezuela no sumaron piezas que tengan un cartel de cracks o estrellas. Zulia, Carabobo y  Deportivo La Guaira se salieron del común denominador y tenían –tienen– proyectos más ambiciosos.

El equipo que preside George Antar, quien se ha convertido en figura pública dentro del fútbol venezolano, incorporó jugadores tales como, Gustavo Manzano (argentino), Jorge Ignacio González (uruguayo), Giancarlo Schiavone, José Manríquez,  Edgar Pérez Greco, Ángel Osorio, Gustavo Rojas y Vicente Suanno. Entre las bajas las más significativas se encuentran: Luciano Ursino, Imanol Iriberri, Pablo Camacho, Charlis Ortiz, Franklin Lucena, Luis González, Renny Vega y Antonio Boada. Es decir, se desprendieron de al menos cinco piezas titulares.

Asimismo, sucedió algo que a mi juicio se suele ver poco, los extranjeros que arribaron a La Guaira sí presentan características que no se suelen encontrar en el biotipo del jugador venezolano.  Y es que para mí, el foráneo debería ser aquel que puede sumar al conjunto y además no se pueda encontrar dentro  del mercado interno. Para evidenciar lo anteriormente dicho, se tiene a, por ejemplo, Jorge Ignacio González, quien es capaz de dar salida a ras de piso, acompañar las jugadas tras dar el primer pase y cobrar tiros penales.

Tal es la profundidad de la plantilla, que La Guaira ganó dos partido y empató uno en cinco días. Recordar un caso similiar solo es comparable con los defectos de calendario en el videojuego de la FIFA en modo manager. En criollo es llevarla robada.

Desde un principio, el objetivo era hacerle frente a los tres torneos, Sudamericana, Copa Venezuela y liga. En el primero se quedaron en los dieciseisavos de final,  en el segundo lograron el campeonato y en el tercero esperan llegar lo más lejos posible en el octogonal. 

El torneo venezolano, una oda a lo inverosímil 

Deportivo Lara fue el equipo que arribó a la final de Copa Venezuela tras no estar entre los planes. Sin duda alguna, es un caso digno de investigación que requiere de tiempo y análisis para evaluar por qué el balompié nacional tiene finalistas y contendientes tan distintos entre una temporada y otra.

El equipo de Rafael Dudamel fue uno de los que se desprendió de varias de sus piezas importantes, Jhon Chancellor, Junior Moreno, José Manuel Rey, Vicente Suanno, Juan Colina, Armando Maita, Mikel Villanueva y Renzo Zambrano. Entre las incorparaciones, las que han jugado un papel estelar en el equipo son Jaboco Kouffaty –recientemente convocado con la Vinotinto–, Carlos Rivero y Aristóteles Romero, quien venía de jugar Segunda.

 

 

Algunos colegas en Lara me comentan que Dudamel prefiere trabajar con jóvenes a quienes pueda liderar y de esta manera evitar inconvenientes con algunos referentes.  Y es que los trabajos en donde ha tenido mejores resultados el exportero Vinotinto, han sido precisamente aquellos en los que ha dirigido a jugadores jóvenes y sin tanto curriculum.

La final (vuelta)

Tras el empate sin goles en Cabudare, el campeón de la Copa se decidiría en el Olímpico. Una cancha que cada vez que se presenta en un evento importante decide ir a maquillarse y tratar de vestirse bonita para la ocasión.  

La Guaira impuso el ritmo del partido, durante el primer tiempo salía con Ignacio González para luego adelantar líneas con un balón largo o, si el rival lo permitía, hacer un pase para Figuera o Suanno. En la primera mitad, el equipo local llegó a pisar varias veces el área pero sin mucha profundidad: entraba en el rectángulo y de una vez trataba de disparar a puerta.  

La presión se ejercía en la zona 3 del Club Deportivo Lara, quien evidenció durante 90 minutos falta de intensidad. La Guaira, durante parte del primer tiempo y el inició del segundo, tuvo un buen acompañamiento en ataque; aunque lo mejor que hizo fue la transición defensiva. Quizás el rendimiento del Lara propició que La Guaira no se involucrara más en el partido. 

 

 

Tras el gol, La Guaira fue un equipo que se replegó y las transiciones ofensivas padecían de pocos efectivos. En pasajes del encuentro se notaban hasta siete efectivos en campo propio mientras otros tres, a un ritmo vertiginoso, proponían en el ataque.

En ataque, Arrieta ha demostrado que es un delantero apto para las ideas de González y Vera, sus desmarques de apoyo permiten que participe en la creación de juego. En la segunda línea de volantes se encuentra Gustavo Rojas, la “moto” suele ser una suerte de mediapunta cuando no ataca por afuera.

A pesar de ir perdiendo, el Lara demostraba pasividad en ataque. Kouffaty, goleador del equipo, no pudo destacar y aprovechar el buen desempeño que mostró  César “Peluche” González. La Guaira, que no pasó trabajo, desperdició, como a lo largo del torneo, errores puntuales que de contar con menos suerte o enfrentar a otros equipos seguro le hubiesen costado el partido. “Los mismos errores de hace 20 años”, como dice Sanvicente, se repiten cada fin de semana en Venezuela, el que se equivoca menos aprovecha; sin embargo, suele suceder que aunque se yerre, aún se pueda ganar.

Aviso, hoy se saldrá más temprano: juega el equipo del jefe

El miércoles, un poco antes de las 5 pm, se encontraba un grupo de personas en la entrada de gradas. No eran fanáticos o, al menos, todavía no; llevaban camisas blancas con rayas azules, en el bolsillo se leía claramente: Traki.

Las mejores entradas para ver un juego de La Guaira han sido en partidos no regulares, es decir, compromiso por Sudamericana, final de Copa (2014) y versus el Caracas FC. La directiva del equipo naranja decidió montar un espectáculo como el año pasado, si bien no fue Oscar D´León el encargado del show del medio tiempo, Los nenes le pusieron su toque urbano para generar un ambiente distinto y agradar a los espectadores.

La barra del Lara también se hizo presente, al finalizar el primer tiempo empezaron a asomarse por la popular norte y lo que sucedió después es una historia repetida. Individuos no identificados, presuntamente con botellas y piedras, demostraban sus cualidades de peloteros al lanzar objetos desde la UCV, justo detrás de la grada norte, hacia el lugar en donde se encontraban los simpatizantes rojinegros. La policía, que hasta ese momento no había tenido trabajo, disputó su partido particular mientras en el terreno la pelota corría.

Los oficiales fueron capaces de controlar la situación hasta que, a minutos para finalizar el partido, hubo un altercado entre hinchas del Lara y la policía o, hinchas del Lara vs empleados de Traki. Solo se puede afirmar, con seguridad, que las personas que estaban en la zona central de las gradas corrieron desesperadamente hasta la salida de los vomitorios en el sector sur. Una irregularidad que ninguna de las personas que estaban en tribuna, incluido Laureano Gonzalez, puede soslayar.

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