Sobre Miky y el uso del reduccionismo “está viejo”
Sobre Miky y el uso del reduccionismo “está viejo”
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Sobre Miky y el uso del reduccionismo “está viejo”

Lizandro Samuel
2014-09-01 15:19:31
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A los futbolistas se les suele juzgar injustamente por la edad

“Mi amor, lo siento, no eres tú, soy yo. Bueno, sí eres tú, es que ya estás viejo”. Poner fin a un longevo matrimonio usando tan simple explicación serviría, al menos, para golpear el ego masculino del hombre en cuestión (Imaginemos que tiene unos 60 años y su esposa es contemporánea a él) de dos formas: desatando un torbellino de melancolía o haciendo erupción un volcán de rabia.

Muy pocas mujeres serían capaces de dejar al marido solo por un asunto de vejez, y en el caso de las que lo sean me parece que el problema no sería la mujer, sino el hombre que se consiguió una fémina tan superficial, pero eso no viene al caso.

Una mujer dejaría al marido más bien por asuntos socialmente inherentes a la vejez: manías, esa necesidad de querer tener la razón o un perenne mal humor son algunos ejemplos. Es decir, son las actitudes y acciones las que conllevarían a tal decisión, no el cambio invariable del digito de la edad con el paso de los años.

Lamentablemente, en el fútbol, el hincha común suele hablar de los jugadores como si estos fueran marionetas diseñadas exclusivamente para la diversión de quienes lo ven, y olvidan que están tratando con seres humanos. Un axioma cercano al absurdo es renegar la calidad de un futbolista mediante el manoseado argumento de “ya está viejo”. Usando esta sentencia algunos hinchas del Caracas recibieron con suspicacia hace unos meses el fichaje de Miguel Mea Vitali. Miky, para quienes hemos delirado con su fútbol.

Es verdad que en Venezuela, gracias al bajo nivel de la liga, se permite que algunos futbolistas sigan activos hasta edades elevadas, aun cuando el deterioro de sus condiciones no les permitiría continuar en otras ligas de mayor nivel; pero, de ahí a juzgarlos solo por el asunto de la edad sin antes hacer una evaluación cualitativa a las capacidades es convertirse en, sí, un ser humano muy superficial.

Miky nació en Caracas el 19 de febrero de 1981. Tiene 33 años. Ha sido uno de los mejores y más inteligentes jugadores que ha parido el fútbol venezolano. Más importante aún, hoy es uno de los mejores y más inteligentes jugadores de los que dispone el torneo local. En poco tiempo se ha convertido en la pieza más importante del esquema de Eduardo Saragó, y no por capricho, sino a base de un coeficiente intelectual que le permite, además de (casi)siempre decidir bien, adaptarse a cualquier modelo de juego. Es el jugador en mejor estado de forma de la plantilla y, al margen de Otero, quizá el más talentoso.

En la novela Hablar Solos del escritor argentino Andrés Neuman (Si no lo han leído vayan corriendo a una librería) un padre de familia padece cáncer a los cuarenta y tantos años, lo que obviamente acelera el envejeciendo de su cuerpo. La esposa, una mujer dedicada al cuidado de su esposo e hijo, experimenta una crisis emocional producto de la delicada situación, la cual deviene en la consecución de un amante a quien no quiere pero necesita. ¿Qué juicio merece la mujer en cuestión? Aquí no se presenta un asunto de infidelidad por el reduccionista hecho de que el marido tenga cáncer o de que tenga tantos años, sino más bien por el deterioro de sus cualidades sexuales. Duro o no, un futbolista debe ser juzgado de la misma forma: solo con el deterioro de las cualidades se debe cuestionar su participación en uno u otro equipo. Y para eso no hace falta tener una o u otra edad. Al final, los jugadores no son ni viejos ni jóvenes, simplemente están o no están capacitados.

                

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