¿Qué le pasa a la fanaticada del Trujillanos F.C?

Valera siempre se caracterizó por ser unas de las sedes más concurridas del fútbol profesional venezolano, nadie puede negarlo. En los buenos y en los malos momentos, siempre Trujillanos FC tuvo apoyo de sus fanáticos, pero en el último tiempo y a pesar de que el equipo siempre está luchando los torneos, la gente ya no asiste con tanta frecuencia al José Alberto Pérez.

En el regreso del Trujillanos FC a la Primera División, en 2009-2010, Valera fue la sede que llevó más fanáticos a su tribuna; sin embargo, luego de ese campeonato y del título de Copa Venezuela logrado el año siguiente, los hinchas guerreros han mostrado una extraña apatía para con el equipo. Veamos, sin ningún orden de importancia, algunas de las posibles causas de este complejo fenómeno que sucede en Valera.

Fallos en momentos claves: a través de la historia, los guerreros de la montaña han tenido muchas ocasiones para celebrar en casa grandes triunfos. Se han conseguido victorias ante clásicos rivales y hasta contra equipos extranjeros, como América de México, con un estadio totalmente lleno. Desde el regreso del equipo de su último descenso, Trujillanos FC no ha podido dar el puntillazo en casa, ese  que se quede en las retinas de los hinchas que asisten al coso de San Luis. Han fallado en las idas de finales de Copa Venezuela ante el Caracas FC (0x1, 2009), final ante Zamora FC (0x0, 2010) y ante Mineros (1x2, 2011), y en partidos que han podido definir el tan ansiado torneo venezolano a su favor como ante Atlético Venezuela en par de ocasiones (1x2, 2013 y 0x0, 2014) y ante Zamora FC (0x0,2013).

Es difícil enganchar a ese fanático común u ocasional cuando siempre fallas con tu estadio lleno. Este punto lo podemos enganchar con el siguiente: ¿han hecho falta jugadores con jerarquía? 

Venta de jugadores: la molestia de muchos fanáticos por la venta de jugadores también ha sido otro factor determinante. Es lastimoso ver cómo  perlas de la cantera guerrera, y jugadores que llegan como fantasmas y que en Valera se vuelven  figuras, se van al finalizar los torneos y a veces en la mitad de la misma, al terminar el Apertura. Todos saben que Trujillanos FC es un equipo de bajo presupuesto, pero la mayoría de las personas no saben como se administra un equipo, ignoran que a la mayoría de los futbolistas les importa un bledo los colores y quieren ganar más dinero. Los hinchas solo quieren ver a su equipo ganar. Quieren que los guerreros que los hacen celebrar se queden, no que se vayan y luego regresen con otra  franela. Lo más triste es que muchos se han ido por la puerta de atrás, ídolos como Roberto Armúa y Jhonatan Copete, y otros han sido vendidos a precios de gallina flaca como Wilker Ángel, Arquímedes Figuera, Omar Perdomo, Wildiyon Vivas y Francisco Carabalí.

Sencillo, eso frustra y molesta al fanático, da la sensación de burla y de falta respeto.

 

Violencia: con el crecimiento del fútbol venezolano, aunque con muchas lagunas, el barrismo también creció en Valera. Aunque la Tribu Guerrera no es de las barras más numerosas, sí es la de las barras que están envueltas en constante confrontación, cultura adoptada de otras latitudes y que no solo es un problema para Trujillanos FC, sino para todo el fútbol nacional. La barra local, desde su fundación, en 2009, ha tenido conflicto con la mayoría de las hinchadas que han viajado hasta Trujillo para alentar a sus equipos, estas son las de: Estudiantes de Mérida (4 ocasiones), Deportivo Táchira (2 ocasiones), Yaracuyanos (1 ocasión),  Caracas FC (3 ocasiones, en una, la directiva local se reservó el derecho de admisión para ellos) y dos con el Zamora FC; una de ellas, el 05/05/2013, fue el hecho más violento que se ha suscitado en el José Alberto Pérez: el saldo fue de 1 hincha local herido y 20 fanáticos blanquinegros lesionados.

¿Por qué citar estos sucesos?

Sencillo, esto ha servido para que muchas familias abandones las tribunas, ya que llevan niños y personas de tercera de edad, que entran en pánico cuando ven las peleas entre barras. Además, son víctimas de gases lacrimógenos y de daños en sus vehículos por las piedras que lluevan en los enfrentamientos. 

Falta de publicidad: es cierto que no existe mejor publicidad que los resultados. Llegar hasta la últimas fecha peleando el torneo y perderlo  en los últimos 2 o 3 partidos, no vale de nada para el fanático, queda frustrado y molesto.

Muchas cosas han cambiado, ya las radios no hacen tantas promos y los diarios no le dan tanto centimetraje a los guerreros. En otros tiempos, era constante escuchar las fanfárreas en las radios valeranas promocionando los partidos, así como ver las tapas de las páginas deportivas del Diario El Tiempo y Los Andes con bastante espacio y full color. Todo eso se ha perdido, o simplemente lo que se perdió fue el interés.

Si estas radios venden espacios publicitarios en los partido del Trujillanos FC ¿por qué no obligarlos a difundir cuñas radiales de invitación a los partidos? No es nada injusto, ni descabellado. ¿Hay que tomar en cuenta que estamos en la era de la publicidad, no? Bueno, que todos sumen a la causa.

Malas Instalaciones: otra cosa que cuenta es el estado de las instalaciones del José Alberto Pérez. Solo la tribuna más cara (VIP) tiene unos baños decentes para los fanáticos. Los demás hacen sus necesidades en los oscuros pasillos que dejaron sin termar luego de la última "remodelación". ¿Qúe hace un fémina si tiene ganas de orinar y no está en la VIP? Son cosas que hacen pensar si ir o no ir a un partido. Ojo, esto no es responsabilidad de la directiva, es problema de SATRUD y del gobierno regional.

Incoherencia del fanático: hay que decirlo, el hincha de Trujillanos FC que ha abandonado las gradas también ha sido déspota, injusto y hasta irresponsable con el equipo. Es cierto lo del éxodo de jugadores, violencia y demás, pero los miles de hinchas que alguna vez llenaban el “cementerios de los grandes” no pudieron haber desaparecido ni  perdido el interés por completo. Tampoco es una excusa total que el equipo no gane el campeonato, peor es que no lo luchara. Además, el Aurimarrón pierde y empata muy poco en casa. ¿Por qué no ir a disfrutar esas victorias?

Difícil digerir este divorcio. Tres finales de Copa Venezuela en 5 años, 4 participaciones en Copa Sudamericana, animadores constantes de los torneos y siempre con un delantero figurando en la tabla de goleadores.

Razón tiene la gerencia actual de molestarse por el abandono y por el poco apoyo ante tan grande esfuerzo.

El día 25 de octubre, Basilio Álvarez, Gerente General, con evidente tristeza, frustración y molestia, colocó en su cuenta tuiter:

@Basilioaogando  El equipo da espectáculo, y no van al poli, nos piden que no dejemos marchar a los jugadores, y llegan al juego y no quieren pagar entrada. 

@Basilioaogando ·De esa manera jamás se puede construir un club, las personas pasamos pero las instituciones quedan. Llamo a la afición para llenar el estadio 

@Basilioaogando El distanciamiento del equipo es porque hay que pagar las entradas y no se regalan.....ese es el único problema!!! 

Pero, ¿no es una contradicción hacerlo por esa vía? En el estado Trujillo, la mayoría de las personas no usan tuiter, pero sí transitan las avenidas, escuchan radios y leen periódicos, es por esos medios que hay que difundir los mensajes para que verdaderamente lleguen. 

Es lastimoso que un equipo de tanta tradición tenga que vivir siempre con el lema de que es un equipo de “bajo presupuesto”; aunque ojo, el bajo presupuesto no es solo para el equipo, recordemos que Trujillo ha sido uno de los estados más olvidados e ignorados en la historia política venezolana, eso cuenta, no todo es fútbol en el situado regional. Ese bajo presupuesto es el argumento que ayuda a explicar la mayoría de las hipótesis expuestas en este texto. No es culpar a la actual gerencia, ellos seguro están igual que el fanático, impotentes. La desinformación y el olvido es tal que muchas personas no saben quién es el Presidente del equipo, y que si la Gobernación no aporta el dinero suficiente jugadores como Cabezas, Arrieta, Erazo pueden salir. El dinero de las entradas (que hay mucha maña y mala costumbre de no pagar) no alcanza, es evidente. El de los patrocinios tampoco. Lamentable.

Da envidia ver cómo equipos más jóvenes tengan mejores proyectos y más inyección de dinero por parte de las autoridades. Zamora FC y Yaracuyanos, por ejemplo, ambos construyen sus propias sedes deportivas. Ver eso es acordarse de la progenitora del ex Gobernador Hugo Cabezas y su falacia con la sede de los guerreros que se había “empezado a construir”.

En la vida hay que ser realistas. Y con este panorama vemos cada vez más lejos que el glorioso Trujillanos Fútbol Club pase de ser un equipo a un club.