Tucanes y su Afición. ¿Se acaba el amor?
Tucanes y su Afición. ¿Se acaba el amor?
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Tucanes y su Afición. ¿Se acaba el amor?

Richard Cedeño
2014-11-27 19:52:26
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La taquilla del Estadio Antonio José de Sucre ha bajado notablemente en este Torneo Apertura 2014. ¿Se estará acabando el amor entre Tucanes y su afición?

Desde su creación, Tucanes de Amazonas ha tenido una característica resaltante: su fiel e incondicional fanaticada. Por allá, en el año 2008, cuando el equipo amazónico inició en la Tercera División su andar en el futbol profesional, ocurría algo que llamaba la atención de propios y extraños. Independientemente de si el equipo ganara o perdiera, se hacía normal ver en el Estadio de Puerto Ayacucho cerca de ocho mil o nueve mil personas, cada jornada, a apoyando a su equipo. En esos tiempos la entrada era gratis. Ya para el año 2009 y 2010 se empezó a cobrar 10 o 20 bs y la gente seguía respaldando a sus pájaros de la selva. Se jugaba en Segunda División y la entrada era muy superior a muchos equipos de Primera. Cuando se logra el ascenso a la categoría de oro, y con él la visita de equipos de tradición, se ratificaba Puerto Ayacucho como una gran plaza para la práctica del futbol en Venezuela. Se hicieron muchos reportajes y notas sobre lo que resaltaba de Tucanes: SU AFICIÓN. El equipo tuvo una irrupción bastante negativa en Primera, eran derrotas tras derrotas, pero su afición asistía domingo a domingo al estadio.

El poder de convocatoria de Tucanes llegó a ser más fuerte que actos religiosos, culturales, políticos, etc. La relación entre los habitantes y su equipo de futbol se hacía más fuerte y era indiferente a los resultados o a la división que jugara.

Algunos atribuían este fenómeno a algunos factores como:

  • Carencia de diversión o entretenimiento en Puerto Ayacucho.
  • Entradas muy económicas.
  • Existencia de una afición al futbol por encima del béisbol (condicionada por el componente indígena y la influencia fronteriza de Colombia y Brasil).

Sin embargo, para este Torneo Apertura 2014 la cosa está cambiando. La entrada promedio en Puerto Ayacucho ha caído en casi un 50% en relación a su promedio histórico. Muchos atribuyen a que es algo pasajero, pero las estadísticas indican que no es así.

¿Qué está pasando? ¿Se estará acabando el amor entre Tucanes y su afición?

A continuación algunas posibles razones:

  • El costo de la entrada aumentó en 100% en relación al torneo anterior. Aunque siguen siendo de las más económicas del país.
  • El factor “exótico” o lo nuevo que pueda aportar Tucanes parece haberse gastado.
  • Los curiosos se “cansaron” y simplemente asisten los verdaderos fanáticos del equipo.
  • Falta de inversión en publicidad y mercadeo. Aún no se convierte a toda esa masa de simples aficionados en incondicionales fanáticos que sigan y compren el producto Tucanes. 
  • Exceso de confianza en la Directiva sobre la relación Tucanes-afición. Cada vez son menos llamativas las previas de las jornadas en Puerto Ayacucho. Anteriormente, habían vallas en varios puntos, promociones radiales, rifas, etc.
  • Muchos fanáticos pedían continuidad. Al finalizar el exitoso Torneo Clausura 2014, el equipo fue cambiado casi en su totalidad. Y a pesar de seguir obteniendo resultados positivos, la entrada ha sido la misma desde el inicio del Apertura 2014.

Seguramente faltaran otras causas, lo cierto es que la afición amazonense es muy distinta a la común del país. Ese promedio de 5 mil se puede considerar como fanáticos duros. Un número que en Puerto Ayacucho es bajo, pero sería el anhelo de varios equipos de Primera División.

¿En cuántos estadios se va a ver futbol en familia? Sí, en Amazonas van los padres con sus hijos y abuelos a disfrutar del balompié. Ya son más de siete años de futbol profesional en Amazonas y solo un caso de violencia se ha registrado. En el Estadio Antonio José de Sucre es normal el ingreso de barras visitantes.

Ojalá ese amor entre Tucanes y su afición no se pierda, ojalá ese amor por el futbol permanezca en el tiempo y ojalá que el ejemplo de paz, cordialidad, identidad, fidelidad del fanático amazonense se mantenga y la demostración de que se puede ser hincha-ultra-súper fanático sin dañar los estadios, sin ofender a nadie, sin odiar al otro, se traslade más allá de la selva.

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