Arango bajo el reflector continental
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Arango bajo el reflector continental

Juan Pablo Chourio
2017-03-15 22:20:38
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Zulia arribó a Montevideo con la misión de recuperar los puntos que había perdido en casa. Gracias a un gran Arango, y un mal desempeño de Nacional, el club zuliano consiguió la victoria

“Tiene 36 años, pero la velocidad mental y el talento siguen allí”, relator de la cadena Fox Sports.

La zurda de Juan Arango representó a Venezuela durante muchos años en el extranjero. México, España, Alemania y Estados Unidos fueron los lugares donde demostró que en el país no solo existen talentos para el diamante. Sin el mismo recorrido de antaño, el maracayero conserva la visión para distribuir balones y posicionarse dentro del campo. Si bien no será rápido de pies, sus neuronas trabajan con la rapidez de Usaint Bolt.

La decisión de regresar al balompié criollo fue por un motivo en específico: jugar la Copa Libertadores. Si Zulia no concretaba el campeonato, quién sabe dónde estaría ahorita. El retorno al país nos muestra a un ex capitán vinotinto distinto, más abierto con la prensa, menos tímido, más cercano. El efecto Arango convirtió a la oncena negriazul en el club con mejor promedio de asistencia en casa (9359 personas) y también de visitante (8813 p.) en las primeras jornadas del Apertura, según las estadísticas de Soccer DataVen para el 6 de marzo.

Con dos meses y monedas sin acción en las piernas, es normal que agarre el ritmo competitivo paulatinamente. Para el contexto local, la inactividad no le pesa, pues con su talento puede destacar; sin embargo, en Libertadores es distinto. Tras un estreno con gol y derrota, el mejor “Arangol” se apreció como pivote durante el segundo tiempo contra Chapecoense.

Versus Club Nacional de Uruguay, Daniel Farías tomaría nota de aquello y lo utilizaría a favor. La formación fue 1-4-4-2 con Juan y Junior Moreno en el doble pivote. Durante los primeros 45 minutos, el capitán petrolero fue el director de orquesta, el quarterback que Zulia necesitaba. El ímpetu visitante apareció desde el principio con una idea definida de juego: prohibir al rival jugar por el centro, anticipar balones, presionar en zona 3 y realizar el ataque organizado en uno o dos toques, especialidad del 18.

Para muestra, un botón, Cuevas envía balón a aéreo a Moreno; este, sin dejar que pique y de primera, pasa a Arango, quien espera que el balón rebote dos veces, se perfila, y conecta con Savarino: golazo.

Farías no solo realizo el ajuste táctico de Arango con respecto al partido anterior, sino también alteró la alineación, pues cambió a ambos laterales. Los noveles Notaroberto y Rivillo, por los centrales naturales Cuevas y Chirinos. La intención era clara, los marcadores de punta solo tendrían funciones defensivas, nunca se proyectarían. La última variante en comparación al primer partido fue el ingreso de Guaycochea por Darío Gómez.

Aunque Nacional tuvo varias oportunidades en frente del arco de Renny Vega, solo hubo una ocasión realmente clara que pudo empatar el partido   y que detuvo Vega justo antes del descanso. Los uruguayos padecieron de escaso criterio ofensivo, cuestión que favoreció al replegado Zulia que se plantó durante el complemento.

Cedida la esférica al conjunto uruguayo, la intención era conservar el resultado. Con la sensación de que el trabajo estaba hecho –y lo estaba–, Farías ordenó a mantener el orden hasta el pitazo final.

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